jueves, 23 de abril de 2015

Avengers: Age of Ultron (2015) - La Columna de Logan.


Cuando me disponía a salir del cine, luego de haberme adelantado a todos los panchos que iban delante de mí bajando las escaleras, uno de los guardias de seguridad del predio me cruza el paso y me pregunta:

Guardia: ¿venís de ver la de los Vengadores?

Yo (con cara de sorprendido): Seh.

Guardia: ¿Y, que tal está?

Yo (sosteniendo el mismo gesto de asombro): Muy buena, la mejor de la saga.

Guardia: Ah... Yo tengo ganas de verla, ¿no?, pero no vi la “uno”. ¿La voy a entender igual, deci’ vo’?

Yo: Y, no... Hay 10 películas que tenés que ver antes de esta, no una sola. Hasta luego.

Mi respuesta, aunque dura e innecesaria para la situación, no se aleja de la verdad. Como diría una amiga mía, el estreno de hoy es una producción más de la gran saga “Marvel”, misma que la editorial homónima está construyendo, no solo en cine sino también en televisión, un evento que se festeja al menos 2 veces por año en la pantalla gigante, y que ya tiene, hoy por hoy, tres productos distintos en la caja boba que abrieron el relato hacia distintas direcciones en tiempo y espacio. Es una buena oportunidad, entonces, para abordar el concepto que se esconde bajo el Marvel Cinematic Universe mientras damos un rápido vistazo al camino recorrido por el mismo, justo antes de interiorizarnos sobre mi percepción final de Avengers: Age of Ultron (2015), el 2do film que reúne nuevamente a los Héroes más poderosos de la Tierra para ponerle fin a las andanzas de un enemigo común, el cual, esta vez… proviene del mismo corazón del grupo.



Marvel Cinematic Universe

Pasan los años, pasan jugadores, y lo que queda siempre es la pasión…”, dictaba un cantito tribunero de cierta hinchada millonaria, y es una frase idónea para recuperar una de las más importantes aristas que hay que tener en cuenta para evaluar –y valorar- el gigantesco e inconmensurable universo común multi-media del cual goza hoy por hoy la editorial norteamericana de comics, Marvel, al cual ha llamado Marvel Cinematic Universe -desde ahora M.C.U.-, mismo que ya cuenta en su haber con 11 películas estrenadas, 5 cortos de la serie Marvel One-Shots, una serie de televisión que va por su 2da temporada y dos mini-series para el mismo medio que ya han sido emitidas en su totalidad. El origen de esta idea y la forma en la que fue ejecutada es harto conocida tanto por lectores de comics superheróicos como por el común del espectador de cine fantástico y pochoclero, pero no por eso omitiré recordarla en unas pocas líneas:  luego del éxito obtenido con la explotación de algunas de las franquicias más conocidas de Marvel Comics en el cine a principios de siglo, desde la sede central de la editorial toman la decisión de comenzar a explotar, finalmente, los héroes principales de la empresa, esos que conforman el grupo más poderoso de la tierra, los Avengers. Para lograr tal fin, y estar por encima de las expectativas de cualquier fan, ponen en marcha un plan tan ambicioso como demencial, articulando un sistema de trabajo y producción que nunca jamás se había utilizado en el cine, pero que era moneda corriente en el comic book superheróico norteamericano: presentarían a los 4 Avengers principales con películas individuales, las cuales se situarían en un universo común, para finalmente reunirlos a todos en una producción conjunta. No conforme con eso, establecerían pequeños vínculos entre las producciones individuales que comiencen a transmitir la sensación de un universo compartido, a veces solo para cumplir con esa premisa, otras para avanzar en un arco argumental gigantesco, enorme y cuasi-cósmico, que paso a paso se fue desarrollando con el paso de los años y que al día de hoy todavía no tiene su cierre. Para llevar adelante esta increíble cruzada había que establecer ciertas reglas, una de las cuales era que cada producción funcionara individualmente, eso quiere decir que el plot principal de cada película tenía que nacer, crecer, desarrollarse y morir en esa cinta, sobre todo en los primeros estrenos, porque el público masivo aún no estaba preparado para absorber tantos “cambios” como espectador, y un “to be continued...” apresurado podía poner en riesgo toda la operación. La segunda regla era que todos tenían que jugar en equipo. ¿Cómo? Claro: una vez estrenada Iron Man (2008), la producción que da el puntapié inicial de esta movida, de ahí en adelante cada director, guionista, actor, productor asociado, etc, tenía que trabajar no solo para sacar el máximo provecho del film que estaba realizando, también tenía que pensar en el resto de las producciones que conforman la cosmología del M.C.U. (estrenadas y a estrenarse), en cómo afectan al universo compartido las aventuras que van a narrar, en la forma en la que lo están expandiendo, y las consecuencias de lo que van a mostrar en pantalla. El que no pueda jugar en equipo, ahí tenía la puerta. Y cuando Disney/Marvel habla de “equipo” no solo se está refiriendo a la ficción, corre también para la vida real: las promociones en los eventos, el uso de las redes sociales –personales y de la compañía-, y la predisposición sobre todo de actores y directores para colaborar con cameos o videos complementarios cuando fueran requeridos.

El proyecto se cierra con otros detalles por demás acertados, como por ejemplo la inclusión en los castings de todas las producciones de actores de renombre, ya sea para los protagónicos o para personajes secundarios de peso, siempre teniendo en cuenta que cada contrato que cada actor firma –sobre todo aquellos que van a caracterizar personajes recurrentes- tiene una prolongación de varios films y pequeñas participaciones en otras realizaciones apegadas al M.C.U., así como también obligaciones con la fuerte promoción de cada estreno. El ambiente de cada estreno tiene que estar cuidado en extremo, y para lograr tal fin no se va a escatimar en gastos: cada producción cinematográfica no solo cuenta con los mejores efectos especiales que la industria actual puede proveer, también tiene los mejores coreógrafos para las escenas de acción, música con partituras compuestas por autores de reconocida trayectoria en el medio como Danny Elfman y Alan Silvestri o de algunos más jóvenes pero que ya pelan chapa de grosos mal por el currículum que portan como Henry Jackman [X-Men: First Class (2011), Captain Phillips (2013) y Big Hero 6 (2014)] o Brian Tyler [The Expendables (2010), Rambo (2008), Eagle Eye (2008) o la reciente Furious 7 (2015) ], y guionistas y directores que, en su gran mayoría, cargan también sobre sus espaldas con algunos Hits del medio. El proyecto, por supuesto, tan magnánimo como se presentaba, corría el riesgo de tener fisuras a corto plazo, y las tuvo: Edward Norton compuso al 1er Bruce Banner que protagonizo la The Incredible Hulk (2008) y quedó disconforme con los resultados de la edición final, razón por la cual rechazó seguir formando parte de este proyecto y tuvo que ser reemplazado por Mark Ruffalo para la 2da aparición del personaje en la cronología impuesta por el M.C.U., una decisión con la cual el público quedó más que conforme por unanimidad gracias a la maestría del actor caracterizando su papel –e incluso estableciendo una distancia enorme entre su personaje y el que compuso Norton- y al pulido y ajustado guión que le puso Whedon en sus manos. Otro que se bajó del tren fue Terrence Howard, quien dio vida a James Rhodes para la 1er Iron Man y fue reemplazado por Don Cheadle en las secuelas de esta franquicia, y ahora también en Avengers: Age of Ultron (2015). Pero en contraposición con estos incordios tuvimos una participación especial de Jeremy Renner como Hawkeye en Thor (2011), una de Mark Ruffalo como Bruce Banner en Iron Man 3 (2013), el buenazo de Chris Evans compuso durante unos segundos al Capi en Thor: The Dark World (2013), y, bueno… qué decir de Scarlett Johansson, ¿no? Una de las actrices más celebradas de Hollywood, con un rostro y un cuerpo privilegiado, dueña de las miradas de la mitad del planeta… y la tipa clava a su Natasha Romanoff/Black Widow cada vez que puede: hasta la fecha la pudo meter en Iron Man 2 (2010), The Avengers (2012), Captain America: The Winter Soldier (2014) y obviamente de nuevo en la actual Age of Ultron. Y ya está confirmada para volver a aparecer en una de las producciones de Marvel Studios del año que viene: Captain America: Civil War (2016). Igual, nadie supera a Samuel L. Jackson, el REY ABSOLUTO de los cameos en el M.C.U., mano a mano con Stan Lee: Iron Man (2008), Iron Man 2 (2010), Thor (2011), Captain America: The First Avenger (2011), The Avengers (2012), Captain America: The Winter Soldier (2014), dos capítulos de la serie Agents of S.H.I.E.L.D., y la actual Age of Ultron.

Hay, entonces, un relato unificado, que avanza lento pero con pasos precisos, que pareció dar un gran salto en el anterior estreno cinematográfico del M.C.U., el espléndido film de James Gunn, Guardians of the Galaxy (2014), y que tiene como eje las gemas del infinito, y como posible villano final a Thanos. Dicho esto, aún cuando estamos cerca de cumplir una década disfrutando de este proyecto, vale la pena aclarar algo que para muchos aún hoy sigue siendo motivo de debate: el Marvel Cinematic Universe es… un universo propio, único, y autónomo que está inspirado en personajes y eventos que provienen de las historietas que ha generado durante más de 6 décadas la editorial Marvel -aunque exclusivamente del universo “tradicional” de la misma-, y bajo ningún punto de vista la inclusión de plots y personajes similares a los que hemos leído en el papel condiciona la existencia del mismo. La incorporación de cada personaje nuevo y la adaptación de algún arco argumental leído en el comic está sujeto, primero, a la existencia y continuidad del M.C.U., y luego al contexto propio del film en el que se ubica. Los infantiles reclamos que el marvel-zombie-fan puede llegar a hacer por ver “malogrado” su villano favorito, por ejemplo, como pudo ser el caso de la adaptación que tuvo el Mandarin de la mano de un excepcional Ben Kingsley, no contemplan este fundamental punto a tener en cuenta cuando se escriben los guiones de cada película, mucho menos la coherencia que tiene que tener cada personaje incorporado dentro de una trama y del universo que se va gestando-armando con cada producción. Traducido al castellano: si no te relajas y te dejas llevar por lo que productores, directores y guionistas consideran que es lo más fresco, entretenido y razonable a la hora de contar buenas historias inspiradas en esos geniales comics que leíste hace unos años, el problema definitivamente lo tenés vos. Esto no quita que la saga fílmica esté plagada de guiños a los comics, que lo está, y que de una u otra forma constantemente estén referenciando el medio que dio origen a cada una de estas leyendas de la cultura popular, porque el material que nutre este nuevo universo es, efectivamente, lo que ya hemos leído en papel, pero para disfrutar del mismo sin ataduras hay que convencerse de que esto es justamente eso: un nuevo universo de Marvel una facción más de todas las que tiene o tuvo, y como tal, está abierto a la constante sorpresa, desafiando incluso aquellas cosas que el fan mas enfermizo podría anticipar. ¿No les resulta grato cuando creemos que la narración está por ir hacia una dirección y sorpresivamente toma un vuelco de 180º y nos deja el orto para arriba?

La consecuencia del temprano éxito que este proyecto tuvo -sumado al delirio popular que provocó, convocando gente de todas las edades y costumbres a formar parte de una movida que requiere un poco más de esfuerzo del espectador promedio para estar al día con cada nuevo estreno- terminó siendo una apertura en la forma en la que originalmente se iba a expandir este universo, para agregarle aún más profundidad y color, pero también complejidad: hoy por hoy las siglas (y su correspondiente significado) del M.C.U. son meramente referenciales, porque no se condicen con la actualidad que dicta que la expansión del mismo se da también a través de una serie de cortos que fueron presentados en los lanzamientos digitales de algunos de los films, y también en series y mini-series realizadas exclusivamente para la televisión. Y ante la atónita mirada del televidente promedio, que vaticinaba una pobre conexión entre la serie cabecera de esta nueva expansión, Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D., luego del estreno del film Captain America: The Winter Soldier (2014) el status quo de la misma se vio drásticamente alterado producto del desenlace de dicho film, llegando incluso a revelar que uno de los héroes protagonistas de la serie era un espía infiltrado de la organización H.Y.D.R.A. ¡En tu puta cara, fake-fan! Los panqueques de siempre se tuvieron que tragar sus anticipadas críticas y aplaudir, porque una vez más, Marvel Studios cumplió con sus promesas, sorprendió, rompió lo establecido y demostró tener la potestad sobre el manejo de un universo común que transite el cine, la televisión y los cortos que vienen incorporados como bonus extra en los DVDs y Blu-rays. Eso por no mencionar la tendencia que Marvel Studios terminó imponiendo no solo sobre sus propias producciones sino también sobre la industria misma: las festejadas escenas post-créditos, que si bien no son un “invento” de esta empresa, es mérito de ellos, una vez más, haber acostumbrado a la platea a comerse esos insoportables minutos en cada nuevo estreno pochoclero para descubrir si a los productores de la cinta se les ocurrió, también, dejar un regalo al final de los mismos. Ahora Marvel, desde la televisión, retrocede en el tiempo con Agent Carter  a la época de la post-guerra a fines de los ’40 para mostrarnos las consecuencias de lo vivido en el primer film del Capi, y abre el juego con héroes más terrenales como Daredevil, para hacernos partícipes de la reconstrucción de los barrios más carenciados de New York, tras el brutal ataque que esta ciudad recibió en el primer film de los Avengers, en una producción perturbadora, turbia e impecable, que encima es la punta de lanza de una catarata de mini-series con un tono mucho más oscuro, dramático y violento. Hoy Marvel manda, sabelo.

Avengers: Age of Ultron

Vamos a extrañar a Whedon, yo sé lo que les digo. Para el que no esté al tanto de este no menor detalle, el amigo de la casa Joss, que acá se carga él solito la mochila al hombro de ser el único guionista del film (en la anterior entrega de los Avengers había escrito la historia mano a mano con Zak Penn, para luego terminar depurando él solo el guión definitivo), y que, por supuesto, vuelve a sentarse detrás de la silla de director, con esta producción termina su participación como realizador de esta franquicia. Seguirá involucrado, seguramente, como consultor, y como productor de AoS, y teniendo en cuenta el final de Age of Ultron, fue completamente consciente de eso a la hora de llevar adelante esta producción, y es sumamente generoso con quienes vayan a ocupar su puesto en la “continuación” próxima a estrenarse en el 2018, Avengers: Infinity War, misma que promete incluir a absolutamente todos los héroes del M.C.U., la cual contará con un guión firmado por Christopher Markus y Stephen McFeely [mismos guionistas de Captain America: The First Avenger (2011), Thor: The Dark World (2013), Captain America: The Winter Soldier (2014) y Captain America: Civil War (2016)] y estará dirigida por los hermanos Joe y Anthony Russo, quienes ya nos deleitaron en ese laburo con Captain America: The Winter Soldier (2014) y harán lo mismo seguramente el año que viene con Captain America: Civil War (2016).

Si bien no da para asustarnos, ya que el tándem de realizadores que tendrá la nueva secuela es sin duda alguna lo Top de lo Top dentro del M.C.U., el alma de Age of Ultron está dictada por los diálogos “de la vieja escuela de Whedon” que van definiendo las relaciones y la interacción de los personajes. Age of Ultron es, en todos los puntos, superior a su antecesora, y como lo hiciera en su momento The Avengers (2012), trepa de un salto a la cima del paquete de películas que ya tiene en su haber este universo. Es la más intimista de todas, la más profunda, la más entretenida, la que tiene el mejor pochoclo, las mejores escenas de acción, los mejores efectos especiales, e incluso la que se anima a ir un poco más allá. ¿Cómo? Interiorizándonos en los secretos y el pasado aún desconocido de algunos de los Avengers, pero también evolucionando en los vínculos y las relaciones entre ellos. Hay una complicidad ya super manifiesta entre Tony y Bruce, que los lleva a desarrollar proyectos juntos –algunos durante el film, otros que ya habían cerrado en la previa y tendremos la oportunidad de ver en acción-, y que provocará la génesis del quilombo que pondrá el destino de la humanidad en jaque. Thor está más carismático y agrandado que nunca, y consciente del lugar que ocupa en el equipo tendrá los momentos más humorísticos jactándose de sus habilidades y poderes, o encomendándose él mismo una peligrosa misión para averiguar un poco más sobre cierto artefacto mágico que el equipo heredó de su anterior aventura conjunta. Natasha y Bruce demostrarán la empatía y el cariño mutuo que se tienen no solo en el campo de batalla… Y Clint dejará de ser  el Legolas del grupo para pasar a tomar un protagonismo inesperado, y ofrecer una solución en un momento de crisis a todos sus compañeros. El que quizás en esta entrega se vio un poco relegado, también de forma sorpresiva, a mí entender es el Capi, que en la anterior entrega no solo peló chapa de líder indiscutido ordenando a sus compañeros en batalla y planteando efectivas estrategias sino también fue la punta de lanza para investigar los verdaderos objetivos turbios de S.H.I.E.L.D., incluso plantándole bandera a Fury o el mismo Tony si fuera necesario. Bueno, aquí su participación prácticamente se limitó a la acción, aún cuando hubo momentos en los cuales claramente podría haber intentado ponerle los puntos en las íes de forma agresiva al obstinado de Tony. Pero este pequeño detalle no desmerece el esfuerzo que Whedon hizo por construir un relato sólido y efectivo que sea coherente con lo que hasta el momento venía narrando la saga “Marvel”. Sí, porque como no podía ser de otra manera, Age of Ultron es una consecuencia directa de lo que vimos en Captain America: The Winter Soldier (2014) sumado al desenlace de Marvel's The Avengers (2012), e incluso tiene links muy fuertes con Guardians of the Galaxy (2014).

El final de la entrega anterior estuvo a punto de poner en jaque a todos los habitantes de New York, los cuales se salvaron de ser exterminados por la raza alienígena Chitauri solo gracias a la oportuna y rápida intervención de Iron Man, que logró desviar un misil nuclear para re-dirigirlo por un agujero de gusano a la nave madre de los aliens, y así destruir la misma y cerrar el portal. Una vez que Tony pudo superar sus ataques de pánico producto de lo vivido en esa aventura [ver Iron Man 3 (2013)], comenzó a reflexionar sobre esos segundos en los que estuvo del otro lado del agujero de gusano, y como dicta su personalidad y su carácter, en colaboración con Bruce Banner, comienzan a desarrollar lo que podría ser una respuesta definitiva ante una segunda posible invasión alienígena. Por accidente, como casi todos sospechan debido al trailer y al título del film, terminan creando a Ultron, una inteligencia artificial que llega a la conclusión de que la única forma de “salvar” la humanidad es exterminándola en su totalidad, para construir sobre las cenizas una nueva sociedad. Y es Ultron, de la mano de James Spader en la voz, el que logra que no extrañes a Loki como villano, porque, a pesar de no ser la única amenaza con la que los Avengers tendrán que lidiar, se come la película con su bajada de línea, su razonamiento y su carisma, y encima logra crear la tensión necesaria en el grupo para que incluso muchos de los integrantes de los Avengers lleguen a replantearse su status como miembros activos en el equipo.
No conforme con eso, Whedon nos demuestra que lo que se viene es posible, porque él fue capaz de narrarte un film con casi una decena de héroes y villanos en acción, y que el mismo no solo se sostenga sino que encima les dé el espacio que se merecen a todos y cada uno. Porque por si no lo sabías, en Age of Ultron la trama incorpora a los hermanos Pietro y Wanda Maximoff [Quicksilver y Scarlet Witch, respectivamente] como villanos y aliados de Ultron, el cual, por otro lado, no será la “única” inteligencia artificial que tome cartas en el asunto. Y además tendrá también su momento de gloria Nick Fury, mano a mano con una necesaria participación de War Machine, y por supuesto también estará asistiendo Maria Hill, y hay un par de cameos más que me reservo para no matarles toda la sorpresa.

Por todo lo expuesto acá arriba, no tengas el más mínimo miedo de tener altas expectativas esta vez, Avengers: Age of Ultron (2015) no solo no te va a defraudar, va a cumplir con creces con todas y cada una de ellas, y para variar te va a entregar mucho más de lo que esperabas. El estilo que Marvel Studios fue puliendo y perfeccionando a la hora de narrar épicas aventuras sazonadas con humor está acá explotado al mango, y en toda su extensión, y como si fuera poco, a diferencia de otras producciones donde la descomunal destrucción de ciudades o poblados tiene un enorme daño colateral del cual ni los realizadores ni los héroes en la ficción dan cuenta –un error que incluso el mismo Whedon cometió en su 1er entrega-, aquí el foco está puesto en ese punto: ¿Qué tan “héroes” resultan ser los Avengers si sus combates contra las amenazas de turno ponen en jaque la vidas de miles de civiles inocentes? ¿Qué tan grande es la distancia que separa a un héroe de un monstruo si no miden las consecuencias de sus actos? Age of Ultron es una fiesta en la mansión Playboy pero con Joss Whedon como anfitrión, al cual nos entregamos con los ojos cerrados permitiéndole que nos guíe ciegamente porque confiamos sin titubear en su criterio, y a medida que avanzamos en el relato caemos en la cuenta de que, si lo dice él, todo es válido. Inmerso en el film a ningún fan ortodoxo del comic con dos dedos de frente va a importarle las licencias que el guionista/director se tomó en la adaptación del origen de Ultron y de ciertos plots, porque la va a pasar tan pero tan bien y la experiencia va a ser tan intensa que el éxtasis que sentirá durante esos 141 le hará olvidar de absolutamente cualquier estúpido reclamo. Así es como se hacen grandes películas de acción y aventura, y de esta forma se deberían adaptar absolutamente todas las franquicias de grupos superheróicos, ni más ni menos. Así. Viva Marvel. Viva Perón. ¿Cuánto falta para Ant-Man, por el amor de Thanos?

El futuro

Tras el final de Age of Ultron, las cartas están sobre la mesa, y solo resta jugarlas. Es así. Marvel Studios dividió este proyecto en 3 etapas, las cuales denominó Phase One, Phase Two y Phase Three, con la primer fase concluida y la segunda a punto de cerrar con el pronto estreno de Ant-Man previsto para el segundo semestre de este año, el comienzo de la Phase Three en el cine se dará con el estreno de Captain America: Civil War (2016), para el cual ya tenemos confirmados como personajes secundarios a Tony Stark, Sam Wilson, el Winter Soldier, Natasha Romanoff, Clint Barton, a la recién incorporada Wanda Maximoff y la presentación oficial de T’Challa, mejor conocido como Black Panther. El mismo año tendremos el estreno de Doctor Strange (2016), y para el siguiente la secuela de Guardians… y Thor: Ragnarok, lo que desembocará en un 2018 con Avengers: Infinity War Part 1. Si, leyeron bien: parte uno, por primera vez Marvel Studios nos va a presentar una producción que probablemente tenga un final abierto y un continuará. Y quien te dice que ya la anterior producción de Thor no deja las puertas abiertas para conectar con Infinity War, el título del film del asgardiano definitivamente no promete un final feliz. Una vez concluida Avengers, otra sorpresa: Black Panther (2018) y Captain Marvel (2018), sumando uno más al número máximo de estrenos cinematográficos que se permitían por año. Y si hasta acá todo es una gran nebulosa de sorpresas y especulaciones, el final de esta última fase no se podía poner mejor: al año siguiente nos han anunciado Avengers: Infinity War Part 2 (2019) e Inhumans (2019). ¡¿Queeeeeeeeeeee?! ¿Y entonces…? ¿La saga del guantelete y Thanos concluirá ahí, en Infinity War Part 2, o también quedará abierta para cerrar en la siguiente producción, y final de fase?

Nadie lo sabe, pero lo que podemos dar por sentado es que todavía no vimos lo mejor y más espectacular que esta empresa puede dar. Nos leemos la semana que viene, aquí, en Tierra Freak.
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